Hoy ha caído lluvia. Una lluvia que limpia calles desiertas. Que busca personas a las que mojar y niños a los que contentar con sus charcos. Que echa de menos ver los paragüas que están de moda esta primavera, los chubasqueros de los más valientes y las bolsas en la cabeza de quienes todavía creen que sirven para alguna cosa.

Hoy ha caído lluvia confinada. Consciente de que, por ahora, tiene que esperar un poco más para volver a su anhelada normalidad. Pero le gusta ver cómo miles de miradas infinitas la están observando desde sus casas. Por eso, trata de mandarnos un mensaje desde el exterior, decorando ventanas con pequeñas perlas de agua y pintando suelos de terrazas con relieves acuáticos. Es su manera de darnos ánimos y de hacer más apetecible la idea de tener que quedarnos en casa. Porque todos sabemos que un día de sol lo haría mucho más difícil. Y ella, también lo sabe.