En la vida aprendes muchas cosas. Aprendes que incluso los fuertes tienen debilidades y que todo el mundo tiene derecho a equivocarse. Aprendes que muchas personas se cruzarán en tu camino, pero sólo el tiempo tiene la respuesta a la pregunta de si seguirán caminando junto a ti o terminarán por marcharse. De estas últimas personas aprenderás que
pocas cosas son para toda la vida, y que al fin y al cabo, la vida filtra en cada paso aquello que vamos a necesitar para poder seguir avanzando. Con el tiempo aprendes que los ideales no siempre se ajustan a la realidad, que la vida no es tan perfecta como pensabas, pero aún con sus imperfecciones, no deja de ser encantadora. Y para descubrir este encanto es necesario aprender a disfrutar de lo que se hace en cada momento. La vida te enseña a convertir errores del presente en aciertos del futuro,a ser valiente y tener claro que el «no» muchas veces es necesario decirlo. Que callarse convierte un pequeño problema en otro mayor y que hablando es como más se entiende la gente. Aprendes, en definitiva, que en la vida se tiene que ir de cara, que cada día deberías terminarlo siendo un poco más feliz que el anterior, y que por muchos años que cumplas, la vida te seguirá brindando nuevas cosas por aprender.