Esperando con Mirta

FullSizeRenderUn banco azul y nada más. Es lo único que se ve sobre el mítico escenario del Cafè-Teatre Llantiol que, en cuestión de minutos, acogerá la representación de «Mirta en espera». Ese banco azul, indefenso ante las miradas del público, va a ser, en realidad, el principal cómplice de la protagonista junto a las personas que la casualidad ha querido hacer coincidir en ese local ubicado en el corazón del Raval.

Mirta, interpretada por Ángela Palacios, es una joven de 30 años que ha llegado de Cuenca a la gran ciudad en busca de cumplir uno de sus sueños: ser actriz. Tiene una reunión con un representante que lo puede hacer realidad, pero mientras espera a esa persona que cada vez se demora más, la actriz encara un monólogo divertido y fresco que satiriza la realidad que envuelve al mundo, y el mundo que rodea al arte.

Mostrando sus dotes para combinar la interpretación con el canto, así como la facilidad para dominar diferentes acentos lingüísticos, Palacios revela a su público que cada uno de los presentes tiene, en realidad, algo de Mirta. Todos, al igual que la actriz, hemos estado esperando una llamada que no entra, una persona que no aparece o un momento que no llega. Y aunque también hemos dialogado con los diferentes personajes que, en nuestro fuero interno, nos dictan qué deberíamos hacer o no en ese instante, al final sólo queda un personaje, nosotros mismos, y una función que nos está esperando a que nos levantemos del banco: la vida.

 

Un comentario en “Esperando con Mirta

  1. Fántastico y genial!!! Tu descripción de la obra me anima a ir a verla y una vez más tu relato supera las expectativas que uno puede esperar. Conviertes la crítica de una obra en una simbiosis con el «yo» de nuestra realidad y nos haces sentirnos parte de ese público y actores de la vida de la que todos formamos parte. Felicidades!!!!

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